¡Qué bien sienta una taza de té con un trocito de tarta! Y si es para charlar con gente que te quiere, mucho más.
Os dejo esta receta que ha gustado a todo el que la ha probado. Es muy agradecida y cunde mucho. A mí personalmente me gusta más cuando lleva un par de días en la nevera y está fresquita... eso ya es un gusto personal.
Animaos a prepararla.
Necesitamos:
Para la pasta flora
2 huevos
350 gr de harina
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
100 gr de azúcar glacé
1 cucharadita de levadura química, tipo royal
Para el relleno
3 huevos
2 manzanas
600 gr de leche
50 gr de harina
220 gr de azúcar
60 gr de uvas pasas
brandy
1 limón
Azúcar glacé para decorar
Preparación:
Mezclar en un bol grande la mantequilla con los 100 gramos de azúcar, a continuación, añadir los huevos revolviendo constantemente.
Añadir poco a poco los 350 gramos de harina tamizada con la levadura y amasar hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Formar una bola y colocar en el nevera, metida en una bolsa de plástico, mientras preparamos el relleno.
Poner a remojo las pasas en agua tibia y un chorrito de brandy.
Pelar y cortar las manzanas en rodajas finas, luego en una sartén a fuego alto cocinar durante unos 10 minutos con 3 cucharadas de azúcar y el zumo del limón.
Yo hago la crema pastelera en thermomix y ahorro tiempo. Echo los huevos, el azúcar, harina y leche y lo pongo 7 minutos a 90 grados y velocidad 5. Si no tenéis, haced en una cacerola, removiendo todo el rato hasta que espese.
Estirar la masa sobre un silpat o entre dos plásticos o mesa enharinada, dejar finita y forrar un molde de unos 24-26 cm. Dejad lo sobrante para decorar.
Pinchar la masa y verter la crema pastelera, las manzanas y las uvas escurridas. (Yo lo bato, a mano, todo junto antes de verter)
Decorar con el resto de la masa a tiras.
Hornear a 180 ° durante unos 40 minutos.
Dejar enfriar el pastel y decorar con azúcar glacé.