Una de las recetas favoritas de mi hermano Pedro, que siempre que viene en Semana Santa y ve las empanadillas dulces se acuerda de estas, las saladas.
La receta es la siguiente:
Para la masa haremos la misma receta que la de las empanadillas dulces.
Para el relleno necesitaremos hacer uns estofado, tenemos dos opciones o bien lo hacemos a propósito para esta receta o bien añadimos más carne a un estofado que preparemos para comer. En este caso lo hice exclusivamente como sigue:
1/2 kg de carne
1 cebolla mediana
1 tomate
1 hoja de laurel
1 clavo
3 ajos
2 hebras de azafrán
unos granos de pimienta
1 copa de vino blanco
1 vaso de aceite de oliva
agua y sal
La carne puede ser de ternera, cerdo o mixta.
Troceamos la carne y se marea con la cebolla picada en aceite. Cuando la cebolla esté dorada añadimos los demás ingredientes y cubrimos con agua, el doble de lo que ocupe la carne. Se deja hervir a fuego lento removiendo de vez en cuando. Cuando la carne está tierna rectificamos de sal y listo.
Una vez hecho nuestro estofado, retiramos la carne y la picamos, añadimos dos huevos cocidos o tres y un chorrito de tomate frito y ya tenemos preparado el relleno de nuestras empanadillas, ahora solo nos falta rellenar la masa y freirlas.
Están buenísimas, se guardan en una lata y se van gastando en frío. En casa se solían hacer en Pascua, después de la Cuaresma.