¿Qué es la mazamorra?
Probablemente tuvo su origen en los majados elaborados con pan, aceite, sal y ajo, que trajeron a la península las legiones romanas. Para más tarde con la inclusión del tomate convertirlo en nuestro salmorejo.
En mi fin de seman de #ILikeCórdoba tuve la enorme suerte de degustarlo en La Taberna del Río. Fue un éxito rotundo entre todos los comensales. Antonio Jiménez, el chef, tuvo la cortesía de pasarnos la receta en su blog, Comer por comer.
En casa ha gustado muchísimo así que formará parte de nuestro recetario.
En Córdoba, Antonio nos lo presentó con una base de confitura de peras y adornado con atún ahumado. Mi versión contaba con confitura de naranja y bacalao ahumado, aunque reconozco que la confitura de casa no nos gustó y en adelante no le pondré la base.
Preparad muchos palillos, regañás o pan porque empezaréis a mojar y no podréis parar.
Copio su receta con mis observaciones:
250 gramos de almendras de calidad crudas
1 diente de ajo
200 ml. De aceite de girasol
50 ml. De aceite de oliva virgen extra
La clara de un huevo
1 litro de agua mineral (yo pondría menos e iría rectificando)
50 ml. de nata especial para cocinar
Unas gotas de vinagre de Montilla-Moriles
Sal al gusto
Miga de pan duro al gusto (dependiendo del espesor que queramos en la mazamorra)
Pelamos el ajo, le quitamos el germen interior y los
escaldamos unos segundos (en agua hirviendo). Una vez listo, lo enfriamos y reservamos.
En la thermomix añadimos el resto de ingredientes (toda el agua no le pondría, empezaría con medio litro) y le
incorporamos el diente de ajo. Trituramos todo a máxima potencia y lo
mantenemos mínimo cinco minutos hasta crear la consistencia
perfecta y sin nada de grumos. Es ahora cuando se rectifica de sal y
pan o agua, ya dependiendo si la queremos más o menos espesa.
Lo he servido con bacalao ahumado, unas aceitunas negras, huevo cocido y un mix de frutos secos.