Esta receta es un básico a tener en nuestro recetario. Muchas personas han tenido problemas con las recetas de croquetas en thermomix, pero con esta receta se acabó, es la receta PERFECTA.
Necesitamos:
300 gramos de pechuga de pollo (puede ser de un guiso, asado o a la plancha con sus ajitos)
200 gramos de cebolla
90 gramos de aceite
250 gramos de harina de repostería
800 gramos de leche
1 pastilla de caldo de ave
nuez moscada
pimienta molida (opcional)
1cucharadita de sal
200 gramos de cebolla
90 gramos de aceite
250 gramos de harina de repostería
800 gramos de leche
1 pastilla de caldo de ave
nuez moscada
pimienta molida (opcional)
1cucharadita de sal
Preparación:
Poner el pollo ya cocinado, en el vaso velocidad 6, 6 segundos y apartar.
Poner la cebolla en 4 trozos en el vaso de la thermomix, y trocearla durante 6 segundos a velocidad 4. Agregar el aceite, y programar 10 minutos, temperatura 100, velocidad 1.
Echar en el vaso la harina,
y programar 3 minutos a temperatura 100, velocidad 3.
Incorporar la leche, la nuez moscada y la pastilla de caldo, y mezclar 6 segundos a velocidad 6, después programar 7 minutos a temperatura 100, velocidad 4.
y programar 3 minutos a temperatura 100, velocidad 3.
Incorporar la leche, la nuez moscada y la pastilla de caldo, y mezclar 6 segundos a velocidad 6, después programar 7 minutos a temperatura 100, velocidad 4.
Incorporar el pollo reservado y programar 3 minutos a temperatura 100 gr, velocidad 4 y con la espátula puesta en el bocal. Irá dando vuelta con toda la masa.
Sacar
y dejar enfriar. Podemos poner en una manga pastelera la masa, y en una
bandeja de pan rallado, hacer tiras que luego cortaremos
haciendo las piezas de croqueta ( si no hacerlas como
de costumbre)
Una vez hechas las porciones para las croquetas, ir pasándolas primero por huevo batido y después por pan rallado, freírlas en abundante aceite de oliva de poco a poco (6 como máximo para que no se abran), sacar e ir poniéndolas en un plato con papel absorbente.
Una vez hechas las porciones para las croquetas, ir pasándolas primero por huevo batido y después por pan rallado, freírlas en abundante aceite de oliva de poco a poco (6 como máximo para que no se abran), sacar e ir poniéndolas en un plato con papel absorbente.
Y a comer!!! Yo las congelo y siempre tengo porque a los niños les encantan.