Tenía mucha glasa congelada desde la comunión de José Antonio, la que me sobró de hacer sus galletas, así que he aprovechado para experimentar que tal quedaba la glasa congelada y para hacer flores que ya tenía ganas de verlas en galleta. Son muy fáciles de hacer, puesto que al ir toda la galleta en blanco no tienen ninguna complicación. La textura de la glasa estaba perfecta, tan solo la batí con un tenedor un poco, antes la había dejado descongelar en la nevera desde el día anterior. Coloreé una poca en rosa y amarillo y en papel de horno fui poniendo con el biberón grandes puntos que se fueron aplastando solitos y todavía mojados les eché por encima azúcar, así han quedado con este efecto tan gracioso. (Pinchad en la foto para ver mejor los detalles) Los dejé secar y al día siguiente fui poniendo una gotita de glasa en cada flor seca y le coloqué a cada una su centro de color.
Quedan muy vistosas y pueden servir para infinidad de celebraciones: para el día de la madre, para un cumpleaños, para una comunión, para aniversarios, para los amigos.....
Método de congelación:
1. En una fiambrera ponemos nuestra glasa y la cubrimos muy bien con film transparente. Cerramos con la tapa y a congelar. El día de antes de decorar la pasamos al frigo y dejamos hasta unos 20 minutos antes de decorar, batimos un poco y lista.
2. Hay otro método que consiste en poner la glasa directamente en film transparente y envolverla ahí, y ya congelar dentro de la fiambrera.
La valoración de la glasa congelada es muy positiva, congela y descongela perfectamente y la textura igual que el día que se hizo, lo recomiendo. Además me ha resultado muy cómodo y rápido hacerlo de esta manera puesto que nos ahorramos el paso de hacer la glasa. 100% recomendable.