Estaba harta de las sartenes de teflón que se descascarillan y esos restos son peligrosos para la salud, de las de porcelana que duran antiadherentes un suspiro, así que me informé y me he comprado unas buenas sartenes para toda la vida. Son de la prestigiosa Marca francesa DeBuyer, estéticamente son como "profesionales", jejeje, a mí me lo parecen. Deciros que estoy contentísima con ellas y que sobre todo tengo la sensanción de que comemos sin riesgos para la salud.
Además las cosas quedan con un sabor más auténtico, no sé cómo explicarlo, pero.... a mí me saben a las cosas que se hacían antes.
Las podéis adquirir en estos enlaces o en cualquier tienda especializada.:
Las sartenes Mineral B DeBuyer están fabricadas 99% de hierro y recubiertas con una capa de cera de abeja para conseguir una anti-adherencia natural libre de PFOA y teflón. Estas sartenes pueden utilizarse en todo tipo de cocinas (gas, vitrocerámica eléctrica, inducción, horno).
Las sartenes se han fabricado para durar y por ello necesitan de unos cuidados sencillos que os explicamos a continuación:
- Lo primero que tenemos que hacer es limpiar la sartén con agua y jabón para eliminar restos de suciedad. Seguidamente, aclararla y secarla bien.
- Después llenamos la sartén de un centímetro de aceite y calentamos a media temperatura durante unos 5 minutos.
- Retiramos el aceite (que se puede reutilizar) y la limpiamos con papel de cocina.
Tras estos sencillos pasos ya tenemos lista la sartén para usarla por primera vez.
Para cocinar con ella es suficiente con
calentar un poco de aceite (o mantequilla) a fuego lento. El hierro es
un excelente conductor térmico por lo que el calor se distribuye por
toda la sartén y mantiene el calor durante más tiempo. Es importante
tener en cuenta que un exceso de calor provocará que los alimentos se
peguen a la sartén.
Antes de nada, recordar que al ser una
sartén de hierro, no es aconsejable dejar pasar mucho tiempo sin
limpiarla después de haberla usado porque se oxidaría.
Aprovechando que tenemos la sartén
caliente, la llenamos de agua hasta la mitad y dejamos que actué durante
un par de minutos. Después retiramos el agua y los restos que puedan
quedar y la acabamos de limpiar con unas gotas de jabón y agua caliente.
Es importante quitar los restos de comida pero conviene no fregar la
sartén más de la cuenta. Por último, secamos con un trapo de cocina.
En el caso de que no la vayamos a usar
durante un largo periodo, será necesario aceitar la sartén y bastará con
untarla de un par de gotas de aceite y así evitar que se oxide. Si la
usamos habitualmente no es necesario pero se recomienda para su mejor
mantenimiento.
Es normal que, con el uso, la sartén vaya cogiendo un color negro o amarronado y, cada día, resultará más fácil cocinar con ella.
Se recomienda que de vez en cuando se
haga una limpieza en profundidad de la sartén para eliminar posibles
restos de comida y olores que hayan quedado. Para ello, simplemente
tenemos que calentar un puñado de sal gorda seca durante 90 segundos a
fuego fuerte y limpiarla con papel absorbente.