Estamos en fechas de comidas especiales y de cenas de gala. Pero os aseguro que en casa desde que probamos esta masa de pizza, hacemos una buena ensalada para acompañar y a nosotros nos parece un manjar. Así que si tenéis estos días alguna comida o cena con amigos os la aconsejo. La he llamado así porque la receta de la masa es de Cannella, una italiana afincada en Salamanca y cuyo blog no debéis pasar por alto. Desde que probé esta pizza el año pasado ya no hago otra, es espectacular, una masa deliciosa, fina y a la vez con bordes esponjosos. Es la mejor de todas las que he probado jamás y en mi horno con piedra refractaria sale genial.
Necesitaremos una masa madre que haremos con:
12 gramos de levadura fresca (mercadona)
1 cucharadita de azúcar
200 ml de agua (yo la pongo 30 segundos al micro)
250 gramos de harina
1 cucharadita de sal
Disolvemos la levadura en parte del agua y añadimos el azúcar. Añadimos la harina el resto del agua y por último la sal. Tapamos con papel film transparente y dejamos reposar media hora en lugar cálido (ahora en invierno lo meto debajo de la mesa camilla)
Añadimos a esta masa:
250 gr de harina
2 cucharadas de aceite de oliva
80 ml de cerveza a temperatura ambiente
Lo removemos con una cuchara de madera y luego ponemos el gancho de amasar en nuestra amasadora (según Cannella es imprescindible hacerlo en amasadora como recomiendan los expertos pizzeros) y batimos a velocidad 2 hasta que toda la masa se despegue de las paredes de la cubeta. Volcamos la masa en una fiambrera engrasada con un poco de aceite y dejamos otra vez bajo la mesa camilla otra media hora.
Después guardaremos la fiambrera en la nevera durante 8 horas y la sacamos 2 horas antes de utilizarla.
Haremos dos bolas ya que salen dos pizzas de 32 cm con estas cantidades. Iremos aplanando la bola y la iremos estirando a mano (para esta parte es mejor que veáis sus explicaciones). Yo precaliento el horno con la piedra refractaria a 250ºC . Ahora solo nos queda rellenar la pizza a nuestro gusto y cuando el horno esté listo metemos la pizza. La dejaremos hasta que los bordes se doren, en mi caso en 8 o 10 minutos ya está lista si la hacéis más gordita dejadla un poco más.
En casa, esta es la mejor pizza que hemos comido jamás. ¡Os la recomiendo!
Cuando la hago aprovecho para precocinar 5 minutos la otra masa y la envuelvo templada en papel aluminio y la congelo, de esta manera cuando queremos otro día pizza la sacamos, la rellenamos y directa al horno eso sí tardará poquísimo en cocinarse.
¡Buen provecho!
