09 septiembre 2009

Hogaza de pan agradecido



¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecérselo a otro que al mismo cielo!
(Miguel de Cervantes Saavedra)

capítulo XLVII de EL Quijote
"Y de camino podéis encajar un besamanos a mi señor Don quijote de la Mancha, porque vea que soy pan agradecido




Los días de descanso bloguero me sirvieron para adentrarme con tranquidad en el mundo de los panes. He estado leyendo muchas páginas de gente muy reconocida en el mundo bloguero y que hacen unos panes espectaculares. (Ibán, Maribel, Madrid tiene miga, y un largo etcétera....)

Desde aquí mis gracias a tod@s y cada un@ de ellos por su colaboración a los que cada día queremos saber un poco más.
Bien, dicho lo anterior mi pan es la mezcla de un poco de aquí y un poco de allá.

He utilizado la misma cantidad de masa madre que de harina de fuerza y por cada 2 vasos de cada una 1 cucharadita de sal.
He mezclado la harina y la masa madre un poco y después he añadido la sal. He puesto la amasadora al 2 y he vuelto a mezclar la masa. He dejado reposar la masa y 10 minutos después he tenido la amasadora durante 10 minutos amasando. He metido la masa en un bol y la he tapado la masa para que no haga costra ni coja olores y la he metido en la nevera toda la noche.

La masa sin levadura es como el tiempo de antaño, no tiene prisa, no hay que estar avasallándola para que nos de lo mejor de ella, no pasa nada si en 50 minutos no le damos la forma y no se nos pasa de fermentación, es ideal para relajarnos porque no tenemos que estar pendiente de ella.

Al día siguiente cuando volvemos del trabajo la sacamos de la nevera y la dejamos que se atempere unas horas, no hay prisa, ya sabemos que esta masa es como las de antaño y antes no había "estrés".

Ahora hay que darle la forma de hogaza, para ello la ponemos en la encimera y con la mano derecha la levantamos un poquito mientras vamos girándola con la izquierda, así levantando y girando, levantando y girando. La ponemos encima de la bandeja del horno con papel sulfurizado y la dejamos reposar mientras nuestro horno se calienta a 230º C. Antes de meterlo al horno le hacemos un corte a la hogaza con seguridad y firmeza y ya metemos al horno durante 45 minutos más o menos. A los 15 minutos bajamos la temperatura a 200-210ºC. Si vemos que se nos tuesta mucho lo podemos bajar hasta los 180ºC. Para saber si el pan está bien cocido lo golpearemos en la base y tendrá que sonar hueco, de lo contrario todavía no estará. Conviene dejarlo enfriar encima de una rejilla y si tenemos paciencia no lo empezaremos hasta el día siguiente. Me gusta una frase que dice Ibán y es que cualquier pan está bueno caliente o tostado, sólo los grandes panes son ricos durante días.
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